Cómo explicarle el Bitcoin y las criptomonedas a tu familia
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16 feb 2022
Durante 2021 hemos experimentado una gran actividad en el sector de las criptomonedas. Hemos visto a mucha más gente haciéndose preguntas sobre este tema. El dinero institucional está entrando a raudales y algunas personas que solían despreciar las criptomonedas están mostrando algo de interés a través de los NFTs, a la vez que otras están saltando al tren y entrando en todo tipo de proyectos seguros (y no seguros). Aquellos que todavía se mantienen al margen, puede que necesiten más información para tomar la decisión de entrar al sector. Si has intentado explicarle las criptomonedas y el Bitcoin a otras personas y no has tenido mucho éxito, o no sabes cómo hacerlo, sigue leyendo y te daremos algunas ideas.
Isabel y su abuela
"¡Abuela, tengo un regalo para ti!", exclamó Isabel mientras entregaba un regalo hermosamente envuelto a su abuela. Es Navidad en la familia Martinez. Después de una abundante cena llena de buena comida y muchas risas, llega el momento de intercambiar regalos. La abuela, la indiscutible matriarca de la familia, está sentada en su asiento habitual con una manta de ganchillo de color ciruela envolviendo su esbelta figura. Le sonríe felizmente a Isabel, su nieta preferida, mientras acepta su regalo. Luego, con sus dedos ligeramente temblorosos junto a los jóvenes y firmes de Isabel, arrancan el papel del envoltorio y descubren una sencilla caja. Retiraban la cinta y la tapa da paso a una hermosa tetera Wedgwood con motivos azules.
Tetera Hibiscus. Imagen vía Wedgwood"
Qué bonita", dijo la abuela mientras la levantaba lentamente para admirarla. "Sabía que te gustaba la flor de hibisco, así que la vi y tuve que comprarla", explicó Isabel. "¡Pero esto debe ser muy caro!", exclamó Sara, la madre de Isabel. "¿De dónde has sacado el dinero? Todavía estás en la universidad y en la facultad de arte. No estarás metida en nada ilegal, ¿verdad?". Sara frunció ligeramente el ceño mientras se acercaba al lado de la abuela para admirar la tetera. "No, mamá. Claro que no". Isabel le hizo una mueca, se levantó y se fue. "¿Por qué tienes que ser tan cruel?", gritó antes de dirigirse al piso de arriba, seguida por el sonido de un portazo.
Isabel estaba ocupada haciendo bocetos en su habitación cuando un suave golpe en la puerta llamó su atención. Abrió la puerta y encontró a su abuela. "¿Te importa si entro?", preguntó la abuela. Isabel la hizo pasar y apartó algunas prendas de la cama para hacerle sitio. "No he podido darte las gracias por ese maravilloso regalo. Es sencillamente precioso. Tenemos que tomar una taza de té juntas algún día", dijo la abuela mientras tomaba suavemente la mano de Isabel. "Me encantaría", dijo Isabel. "Pero tengo curiosidad. ¿De dónde has sacado el dinero para comprarla? Oí a tu madre decir que habías perdido tu trabajo a tiempo parcial, y me imagino que los materiales para tus obras cuestan mucho dinero. Tus padres apenas pueden pagar tu matrícula. ¿No estarás...?", preguntó la abuela con cautela. Isabel negó con la cabeza. "No es lo que piensas", luego se quedó callada un momento y dijo: "Si te digo algo, ¿prometes no decir nada a nadie?". La abuela asintió.
Sacó su teléfono y abrió una aplicación. Parecía una aplicación financiera con muchos números. Se desplazó hasta una página y se la mostró a su abuela. "Esta es la cantidad de dinero que tengo ahora". El saldo de la aplicación mostraba una cifra de seis dígitos. Los ojos de la abuela se abrieron de par en par. "¿Cómo has conseguido todo este dinero?", preguntó. "Compré algunas criptomonedas a principios de año. El precio subió mucho y vendí algunas. Así es como te compré la tetera", respondió Isabel. "¿Qué es eso de las criptomonedas?", preguntó la abuela confundida. "Bueno, la forma más sencilla de decirlo es que es una especie de dinero digital que se utiliza para comprar y vender activos principalmente digitales, pero que no está controlado por un banco", dijo Isabel. "No he entendido mucho, querida". La abuela soltó una carcajada. "Hmm... deja que piense cómo explicártelo", reflexionó Isabel.
Un billete de 5 dólares Imagen de Wikipedia
"¿Tienes un billete de 5 dólares a la mano?" La abuela buscó en un bolsillo y sacó un billete arrugado. "¿Servirá este?", preguntó, entregándoselo a Isabel. "Perfecto", Isabel sostuvo el billete frente a ella. "Imaginemos que soy un negocio y que tú eres una cliente que viene a la tienda a comprarme algo. Eliges algo que quieres, entregas el dinero, quizá haya que darte algo de cambio, y te vas. Acabamos de hacer una transacción. Cuando entregas el dinero, tienes menos que cuando entraste y yo ahora tengo más. Seguimos siendo desconocidas, a menos que hayamos compartido algunas historias mientras comprabas. ¿Me sigues?", la abuela asintió.
"Hoy en día, compramos cosas con el dinero que vemos en nuestras pantallas. No podemos tocarlo ni sostenerlo, pero sabemos que está ahí, y podemos usarlo cuando queramos. Es lo mismo que usar el billete de 5 dólares, salvo que podemos comprar cosas a personas que no podemos ver. Así que nuestro dinero se ha vuelto digital". La abuela asintió.
La forma actual de dinero digital. Imagen via dribbble.com"
El dinero suele depositarse en un banco para protegerlo de los ladrones. Una vez que te conviertes en cliente del banco, éste necesita cierta información sobre ti. No sólo porque es la ley, sino porque el banco quiere asegurarse de que no vas a cometer delitos como vender drogas o algo parecido. También tienes que confiar en que el banco no tomará tu información y se la venderá a otra persona. Todo ello a pesar de que cuando usas dinero en efectivo, nadie necesita saber nada sobre ti. Así que estás renunciando a parte de tu privacidad a cambio de seguridad y comodidad”.
“Dado que el banco guarda nuestro dinero, también registra lo que ocurre con él. Así que, si nuestros registros y los del banco no coinciden, ¿qué crees que pasará?", preguntó Isabel . La abuela pensó un momento.
"¿Recuerdas aquella vez que la prima Julia y yo discutimos cuando éramos pequeñas? Las dos decíamos que nos tocaba ponernos tu broche con forma de mariposa". La abuela dijo: "Ah, sí,... las dos os peleasteis y no sabíamos a quién creer". "Y al final, tanto mamá como la tía Sofía tuvieron que intervenir para decidir qué hacer", Isabel continuó. "Lo que pasaba es que Julia y yo no podíamos resolver la discusión por nuestra cuenta. Necesitamos un tercero. ¿Y si, en ese momento, otra persona, o mejor aún, muchas personas, también llevan la cuenta de a quién le toca llevar el broche? Si a Julia o a mi se nos olvidara a quién le corresponde el turno, solo tendríamos que observar esos registros y lo sabríamos enseguida", dijo Isabel sintiéndose confiada. "Seguiríais necesitando a un tercero", dijo la abuela. "Sí, es cierto", admitió Isabel . "Pero no sería sólo uno. Sería algo de conocimiento público. Todo el mundo lo sabría".
Cadena de bloques: una forma de registro público. Imagen vía EvolvingScience
La abuela digirió esto por un momento y dijo lentamente: "Así que todo el mundo sabe todo sobre todo el mundo". Isabel luego dijo: "Sí, eso se llama tecnología de cadena de bloques. Hay miles de copias del registro en todo el mundo. Así que nadie puede hacer ningún cambio una vez que el dinero cambia de manos. Y no hay razón para dudar de que el registro pueda ser falsificado porque es imposible hacerlo".
"¿Pero, qué tiene que ver esto con los bancos?", preguntó la abuela. "Bueno, principalmente, no tenemos que tomar la palabra del banco como una verdad absoluta sobre el registro que mantiene. Aunque no es que vayan a falsificarlos". añadió Isabel apresuradamente. “Lo que realmente me entusiasma es que, por primera vez en la historia de la humanidad, hay otra forma de manejar el dinero, una forma que es tan segura como los bancos, o incluso más. Los intereses que nos da el banco en comparación a los que pagan papá y mamá por sus préstamos hipotecarios no tienen ningún sentido. ¿Y sabes cuál es su sucio secreto?”, preguntó Isabel , un poco sin aliento.
"¿Cuál es?", preguntó la abuela. Isabel le susurró al oído. "Los bancos no necesitan nuestro dinero. Pueden crear dinero de la nada". Los ojos de la abuela se abrieron de par en par. "¿Pero cómo?" "Te lo diré la próxima vez". Isabel sonrió pícaramente.
"Así que volviendo a esto de las criptomonedas...", la abuela respondió. "Sí, bueno, no siempre es un tipo de divisa. A veces también es un activo, pero eso no viene al caso. Las criptomonedas son dinero digital basado en la tecnología de cadena de bloques. Lo que las hace tan seguras como un banco es esa tecnología. Cualquiera puede emitir una criptomonedas por cualquier motivo", dijo Isabel triunfante.
"¿No es eso peligroso? ¿Y si la gente es engañada? ¿O si la estafan?", intervino la abuela. "Pues sí, por eso la gente tiene que dedicar tiempo a informarse sobre los proyectos antes de invertir en ellos. Es lo mismo que cuando papá fue a comprar un televisor el otro día", dijo Isabel . "Recorrió como una docena de tiendas, comparó precios y modelos antes de comprar el que tenemos ahora en el salón".
"Así que lo que nos has enseñado en tu teléfono hace un momento son todas las criptomonedas que has comprado", concluyó la abuela. "Sí, las compré cuando estaban baratas, los precios subieron, y luego vendí algunas de ellas por dinero", dijo Isabel. "Así conseguí el dinero para la tetera". "¿Así que por eso estabas siempre encerrada en tu habitación, investigando?". Isabel asintió, sintiendo algo de culpa.
"Bueno, me alegro de que todo se haya aclarado", comentó la abuela. "Gracias de nuevo por la tetera". Le dijo mientras acariciaba el pelo a Isabel . "Ahora, como tu abuela, este es mi consejo. Ve a hablar con tu madre sobre esto. Estoy segura de que lo entenderá". La abuela sonrió. Isabel contestó enfadada. "No sé...". "Inténtalo por mí, ¿quieres?", le dijo. Isabel hizo una mueca. "Lo pensaré". La abuela la besó en la mejilla y salió de la habitación.
Sara y Pablo
Sara suspiró al ver que Isabel se dirigía al piso de arriba. La abuela le dio una palmadita en el brazo. "Yo me encargo", le dijo a Sara mientras le entregaba un momento la tetera para levantarse lentamente de su asiento, tras devolverle la tetera la abuela subió poco a poco las escaleras.
Pablo tranquilizó a Sara . "Todo irá bien". Sara metió la mano bajo el árbol, sacó una pequeña caja y se la entregó a Pablo. "Feliz Navidad". Pablo miró la cajita con asombro. "¿Oh?" Desenvolvió el regalo, un Ledger Nano X. "¿Esto es lo que creo que es?", comentó. Sara respondió: "¿Qué crees que es?". "¿Algún tipo de criptomoneda?", preguntó él. "Sí. ¿Pero qué es?", respondió Sara . Pablo pensó un momento y la miró. "Sabes que soy un novato en esto, así que debe ser bastante conocida. ¿Probablemente Bitcoin o Ethereum?". "Es una de esas dos, pero ¿cuál?", respondió Sara confiada. "¿No pueden ser las dos?", negó con la cabeza. "Muy bien, creo que debe ser Bitcoin". Se rió. "Es Ethereum". Ella sonrió.
"Ahora que me has arrastrado a esto, supongo que deberíamos prestarle un poco más de atención. Así que para empezar, necesito que me expliques qué son y la diferencia entre ambas", dijo Pablo. Sara respiró profundamente. "Trataré de ser tan clara como pueda".
"Ya sabes que ambas son criptomonedas, básicamente dinero digital hecho posible gracias a la tecnología de la cadena de bloques”. Pablo asintió, indicando que continuara. "Bitcoin fue la primera criptomonedas en ser desarrollada. Fue concebida por un individuo o grupo de individuos bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. En 2008, tras la crisis financiera, se publicó un documento en el que se describía la teoría y el uso de Bitcoin, llamado documento técnico. Sabes que hoy en día casi todo lo digital puede ser copiado por cualquiera, ¿verdad?" Pablo asintió. "Una de las partes más importantes del documento técnico era que Nakamoto había encontrado una forma de resolver un problema llamado doble gasto". "¿Doble gasto?", Pablo preguntó. "Sí, cuando me das un dólar, ahora lo tengo yo y tú no. Pero si me envías un JPEG, tú seguirás teniendo tu copia", explicó Sara . "Vale, te entiendo. Al no haber doble gasto sólo se pasa un JPEG entre nosotros", comentó Pablo.
Sara continuó: "Para que la cadena de bloques funcione, necesitamos muchas personas que mantengan un registro de la cadena, y tiene que haber una copia maestra que haga un seguimiento de todo. Por supuesto, no hay nada que funcione mejor que un incentivo, así que el Bitcoin fue el incentivo que se definió para que la gente mantuviera un registro del flujo de Bitcoin en su red, básicamente ubicando dónde está y cuándo se utilizó cada uno por última vez. La idea era que la gente que consiga el Bitcoin pudiese usarlo como si fuera dinero en efectivo para pagar sus necesidades básicas". "Deduzco que eso no ha ocurrido", Pablo sonrió. "Todavía no, estamos en ello", Sara le dio un golpe juguetón en el hombro.
"Muy bien, veamos lo que he entendido hasta ahora. El Bitcoin es una recompensa que se da a la gente que lleva un registro del movimiento del propio Bitcoin. ¿No?", preguntó Pablo. Sara asintió. "Entonces, ¿por qué la gente lo llama reserva de valor?". "Eso es porque hay un límite máximo definido para el número de Bitcoin que puede existir, unos 21 millones", Sara continuó. "¿Y este límite no se puede cambiar en absoluto?", preguntó Pablo. Sara negó con la cabeza. "Puede que ahora no, pero en el futuro… oí a alguien decir que se están haciendo grandes avances en la inteligencia artificial y la computación cuántica...", bromeó Pablo. Sara le dio un empujón juguetón. "No es probable que suceda".
"Bueno, creo que estoy empezando a entender mucho más. Tenemos inflación porque cada vez entran más dólares en el mercado, pero no se retira nada de ese dinero de la circulación. Y no hay límite a la cantidad que entra. Mientras que con Bitcoin, aunque también entra más, hay un número finito". "Así es", dijo Sara .
"Ahora, explícame Ethereum", le recordó Pablo. Sara continuó: "De acuerdo. Bitcoin es una especie de cadena de bloques de un solo propósito. Todo lo que hace es producir Bitcoin todo el día. Es bastante inútil para otras cosas, al menos ese era el diseño inicial. Por su parte, Ethereum tiene un plan mucho más ambicioso. Aunque también utiliza la tecnología de cadena de bloques, el tipo que inventó Ethereum, un ruso llamado Vitalik Buterin, ideó algo llamado contratos inteligentes que funcionan sobre la cadena de bloques de Ethereum. Al igual que Bitcoin, también necesita que la gente mantenga un buen registro, y la recompensa se conoce como ETH". "¿Y también tiene un suministro limitado como Bitcoin?", intervino Pablo. Sara negó con la cabeza. "No, no hay límite". "¡Pero entonces tienes el mismo problema que con el dinero en efectivo!", dijo Pablo con entusiasmo. "No tan rápido, señor", Sara le puso un dedo en los labios. "ETH se destruye a medida que se utiliza. De hecho, se destruye más de lo que se reparte, lo que lo diferencia del efectivo. Y aún hay más".
"Volviendo a los contratos inteligentes, estos son acuerdos que se ejecutan por sí solos". "¿Qué quieres decir?", preguntó Pablo. "¿Recuerdas aquella apuesta que perdiste hace un tiempo en la que dijiste que ibas a lavar los platos durante toda una semana?". Pablo puso los ojos en blanco. "No puedo creer que sigas sacando ese tema. Lavé los platos, ¿no?". "Sí, sí, sé que lo hiciste. Sólo lo usaba como ejemplo". "Bien", Pablo resopló. "Gané esa apuesta limpiamente, por cierto", dijo Sara en tono triunfante. "No sé si fue justa, pero ganaste, eso lo reconozco", dijo Pablo. "Digamos que hago una apuesta con otra persona que no tiene tantos principios como tú, y esa persona pierde pero no cumple con su parte de la apuesta. Puede que no pueda hacer nada al respecto", señaló Sara. "Me gustaría que el tipo lo intentara, eres la mujer más persistente que conozco. No creo que huir al polo norte sea suficiente", Pablo bromeó. "Ahora, querido", le dio unas suaves palmaditas en el hombro, "¿por dónde iba? Ah sí, contratos inteligentes".
Intentando escapar corriendo al Polo Norte. Imagen vía eposts.co
"Resumiendo, la cadena de bloques de Ethereum es más útil que la de Bitcoin porque cuenta con más funciones, pues no solo emite monedas. Con los contratos inteligentes las personas pueden crear servicios que utilicen cualquier mecanismo de acuerdo para funcionar. Para ejecutar los contratos inteligentes la gente paga comisiones de gas que sólo pueden ser pagadas en ETH. Estos servicios que la gente construye también aceptan ETH como pago, por lo que algunas personas piensan que ETH puede volverse más valioso que Bitcoin. Y es por eso que te di algo de ETH. ¿Contento?", concluyó Sara.
Pablo todavía estaba algo confundido. "Bueno, todavía me resulta todo un poco complicado, pero puedo entender tu punto de vista. Gracias por el regalo". Luego le dio un rápido beso. "Ahora, subamos para poder darte nuestro regalo", Pablo se rió. "Por cierto", dijo ella mientras señalaba el dispositivo Ledger, "Esta cosa no almacena Bitcoin ni ninguna criptomonedas dentro de ella, pero te da acceso a que los puedas reclamar en la cadena de bloques. También cuenta con una contraseña llamada frase semilla. El ledger y la frase semilla son la prueba que vas a necesitar para demostrar que puedes reclamar tus criptomonedas, especialmente la frase semilla. Es como la llave de tu coche. Cualquiera que tenga la llave puede irse en tu coche, así que mantenla a salvo, ¿vale?", advirtió Sara. "Sí, señora", dijo Pablo.
Sara e Isabel
La mañana siguiente, durante el desayuno, Sara se acercó a Isabel : "Siento mucho lo de ayer. No debí haberte dicho algo tan abrupto ni sacar conclusiones precipitadas. Ya sabes, sólo estaba preocupada por ti". Isabel se quedó mirando a su madre un momento. "No hice nada malo para conseguir el dinero". "Gracias por decírmelo. confío en ti", dijo Sara. Ambas sonrieron. "Entonces, ¿de dónde salió el dinero?", preguntó Sara de manera casual. "Vendí algunas criptomonedas", respondió Isabel con frialdad. Sara se rió, "cómo no se me ocurrió".
Conclusión
Ese fue un final feliz para esta familia. Aunque es cierto que no todas las conversaciones que vayas a tener sobre criptomonedas irán tan bien como esta, vale la pena tomarse el tiempo para tener una buena charla al respecto. Por muy entusiasmado que estés con el potencial de las criptomonedas y el papel que desempeñarán durante los próximos años, tómate un tiempo para escuchar las preocupaciones y los temores de las personas a tu alrededor, para reconocer las deficiencias, pero también para señalar que las imperfecciones del sector darán lugar a mejoras en el futuro. Llegado el momento estas personas estarán preparadas para dar el salto, o no. Si no sucede en un momento dado, quizá en algún momento en el futuro. Puede que simplemente estén esperando que algo en el sector de las criptomonedas les llame mucho la atención, lo que haría que entren sin ningún problema.
Para todos los que aceptan el gran reto de explicarle las criptomonedas a sus amigos y familiares, ¡buena suerte y que la fuerza os acompañe!
Aviso: Estas son las opiniones del autor y no deben ser consideradas como consejos de inversión. Los lectores deben hacer su propia investigación.
El artículo Explaining Bitcoin and Crypto To Your Family fue publicado por primera vez en Coin Bureau.