¿Quién es Jed McCaleb?

¿Quién es Jed McCaleb?

¿Quién es Jed McCaleb?

Últimas actualizaciones:

29 ene 2021

Los regalos no deseados de Navidad tienden a aparecer en Nochebuena o el día de Navidad dependiendo de cuando abras los regalos.

A pesar de ello, el equipo de Ripple junto con todos los poseedores de XRP, tuvieron su versión del jersey tejido a mano unos pocos días antes, cuando la SEC interpuso su demanda contra Ripple el 22 de diciembre. Puede que sólo estemos a unos días de 2021 pero 2020 no ha terminado aún de lanzarnos sorpresas desagradables.

Para decir la verdad, la decisión de la SEC de hacer el papel de el Grinch no debería haber sido una sorpresa para las partes involucradas. Ha habido rumores durante un tiempo de que la SEC estaba revisando XRP y reflexionando sobre su posible estatus como valor (security) en lugar de criptomoneda.

XRP se derrumba con las noticias de la SEC. Imagen vía Bloomberg.

Las garantías procesales significan que la SEC debería haber notificado a Ripple su intención de enjuiciarles 30 días antes. Con la demanda ahora interpuesta contra Ripple, así como contra su co-fundador Chris Larsen y su CEO Brad Garlinghouse, alegando que las tres partes vendieron XRP como un valor no registrado (unregistered security), el escenario está montado para una dura batalla en los juzgados.

Esto son malas noticias para los tres acusados quienes, si son condenados, se enfrentan a devolver el dinero conseguido de las ventas de XRP así como las multas y sanciones que la SEC considere oportuno. Es también una incómoda piedra en el zapato para los poseedores de XRP que han visto que su valor se ha desplomado desde el anuncio. Las ganancias que tuvieron lugar en anticipación al airdrop del token Spark se han esfumado, los exchanges están dejando de listar a XRP y su futuro parece bastante incierto.

Mis dos Satoshis

Todo el que es alguien en el mundo de las criptomonedas tiene algo que decir sobre la demanda de la SEC y la respuesta de Ripple a la misma. Vitalik Buterin ya ha acusado a Ripple de “hundirse en nuevos niveles de rareza” puesto que ha respondido públicamente a los cargos, mientras que la importante y ruidosa comunidad de XRP se ha mantenido firme en su defensa. Se han dicho ya muchas cosas y mucho más se dirá mientras se desarrolla el caso.

A pesar del ruido, hay una figura de la cual nos gustaría conocer su opinión. Alguien que ha estado en el mundo crypto desde sus primeros días y que ha sufrido su buena cantidad de contratiempos y triunfos en el camino. Alguien cuya opinión sobre Ripple y XRP tiene mucha importancia, teniendo en cuenta que él ayudó a crearlos.

Alguien que se cree que posee una enorme cantidad de XRP lo que pone a muchas personas nerviosas, incluso si hoy fuera un poco más pequeña. Alguien que abandonó a Ripple y se fue a crear lo que es, quizás, su más importante competidor. Alguien llamado Jed McCaleb.

Un veterano en el mundo de las criptos.

Aunque pueda parecer recién salido de la secundaria, Jed McCaleb ha estado involucrado en el mundo cripto casi desde sus comienzos. Tiene ya más entradas relevantes en su CV de las que la mayoría conseguirán en toda su vida y no es difícil pensar que sólo es el comienzo. Se trata también de una de las figuras más polémicas en este mundillo, atrayendo admiración y rechazo por partes iguales.

Jed McCaleb haciendo una presentación. Imagen vía CryptoSlate.

También es una de las personalidades más enigmáticas en este negocio, de esos que prefieren apartarse de los focos a enfangarse en las polémicas del momento. Mientras que algunos grandes nombres tuitean cada pocos minutos, McCaleb es mucho más reservado, y en el momento de escribir este artículo, no había publicado nada desde el 11 de diciembre. Aparece en podcasts y eventos para hablar sobre su trabajo y sobre las cripto, pero carece de la grandilocuencia de sus compañeros.

A pesar de todo se trata de un tipo que tiene mucho que decir y cuya opinión es importante. Es bastante irónico que alguien que parece tan tranquilo haya atraído tanta crítica y controversia en un periodo de tiempo tan corto. Puede que tenga mucho que ver con uno de sus proyectos iniciales.

Primeros pasos

McCaleb nació en Fayetteville, Arkansas en 1975. Parece que encontró su vocación pronto ya que admite haber estado programando desde los ocho años. Después de graduarse se matriculó en la Universidad de California en Berkeley pero lo abandonó para trabajar como programador en Nueva York.

En el año 2000 fundó MetaMachine, “un buscador de metadatos que es capaz de añadir y editar pies de fotos, palabras claves, licencias y titularidad de imágenes”. McCaleb desempeñó la función de CTO en la compañía mientras que su co-fundador Sam Yagan (que más tarde fundó OkCupid) asumió el rol de CEO. Mientras estuvieron en MetaMachine, la pareja crearon y distribuyeron eDonkey, una red de ficheros compartidos P2P descentralizada.

eDonkey: lamentablemente ya en desuso. Imagen vía warosu.org.

En unos pocos años, eDonkey era la red más popular de ese tipo en internet, con unos dos o tres millones de usuarios compartiendo más de mil millones de archivos. Su popularidad atrajo con el tiempo la atención de la Recording Industry Association of America (RIAA) que amenazó a MetaMachine con demandas por violación del copyright, hasta que fue apaciguada con una multa de 30 millones de dólares. No sería la última vez que McCaleb se encontró a sí mismo en el lado equivocado de veredicto.

Fue por esta época cuando McCaleb compró el dominio mtgox.com, con la idea de crear un mercado online para comerciar cartas del juego Magic: The Gathering (el nombre era el acrónimo de Magic:The Gathering Online eXchange). Pero en aquel momento descubrió al bitcoin.

Mt. Gox., mala hierba nunca muere. Imagen vía Wikipedia.

En 2010, McCaleb reutilizó Mt. Gox como un exchange de bitcoin a dólar y su popularidad se disparó. Al año siguiente, McCalev vendió Mt. Gox a Karpelès, un desarrollador francés radicado en Tokyo, si bien se reservó una parte minoritaria del negocio. Karpelès, sacando beneficio de la creciente popularidad de bitcoin, ayudó a Mt. Gox a convertirse en el exchange de bitcoin más popular del mundo y para el 2013 estaba procesando el 70% de todas las transacciones mundiales. Todos sabemos lo que pasó después.

El hackeo a Mt. Gox aún persigue al mundo de las criptomonedas. En 2014 se supo que unos hackers habían sido capaces de acceder al monedero del exchange y robar unos 850.000BTC, unos 450 millones de dólares de aquel entonces. El hecho de que eso BTC valdrían unos 24 mil millones de dólares a día de hoy es suficiente para que a cualquiera le entren sudores fríos, incluso casi siete años después. Cuando el problema fue destapado, Mt.Gox paró sus servicios y declaró la quiebra. Comenzó con los procedimientos de liquidación un par de meses después.

El desastre de Mt. Gox

Mt. Gox juega un papel relativamente pequeño en la historia de Jed McCaleb., especialmente teniendo en cuenta que vendió su parte a Karpelès mucho antes de que el hack fuera descubierto. A pesar de ello, esto no ha parado que esta triste historia le haya perseguido a McCaleb desde entonces. De hecho, el año pasado recibió una demanda de dos antiguos traders de Mt. Gox que alegaban que él había distorsionado aspectos relevantes del exchange y de sus niveles de seguridad mientras negociaba la venta a Karpelès. Mcaleb respondió indicando que la demanda era “frívola y con el simple objetivo de robar dinero por parte de personas sin escrúpulos”.

Lo que no quieres ver cuando llegas al trabajo. Imagen vía Quartz.

Aunque es difícil ver cómo MaCaleb puede ser responsable del fiasco de Mt. Gox, mucha gente lo puede seguir considerando un personaje turbio y es tentador pensar que es parte de su CV que le gustaría limpiar discretamente. Aun así, poco después de la venta en 2011, rápidamente se puso a trabajar en proyectos mejores y más grandes.

OpenCoin y más allá

Después de la venta de Mt. Gox, McCaleb comenzó a trabajar en un protocolo de pagos de código libre cuyo objetivo era facilitar el movimiento y cambio de divisas por todo el mundo.

Era conocido como protocolo Ripple y fue desarrollado en tandem con su propia divisa nativa XRP.

OpenCoin fue el nombre elegido para la compañía que lideraría su desarrollo y que rápidamente consiguió financiación de Andressen Horowitz, Google Ventrues y el CEO de Karaken, Jesse Powell.

OpenCoin: el primer nombre de Ripple. Imagen vía CoinDesk

McCaleb contrató a David Schwartz y Arthur Britto para trabajar en el proyecto y más tarde designó a Chris Larsen como CEO de OpenCoin. El objetivo era crear una red de pagos globales que rivalizaría con bitcoin, a la vez que sería capaz de trabajar estrechamente con las instituciones financieras. La compañía abandonó pronto el nombre OpenCoin y fue rebautizada como Ripple Labs.

A pesar de la promesa del protocolo Ripple así como de la enorme financiación que el proyecto pudo atraer, no pasó mucho tiempo hasta que McCaleb se puso en movimiento de nuevo. Y, una vez más, la controversia parecía seguir su estela.

Mala sangre

Son muchos los rumores e intrigas que rodean la salida de McCaleb de Ripple Labs, lo cual continúa afectando a la relación con sus proyectos actuales y antiguos.

En 2015, en un artículo del New York Observer, el periodista Michael Craig que la discordia había aparecido en Ripple Labs con la llegada de Joyce Kim -una emprendedora en start-ups e inversora de capital riesgo- que también se había convertido en la novia de McCaleb.

Ella supuestamente creó ficción con el resto del proyecto y se obsesionó con convertir a McCaleb en el pez gordo de la compañía. Se dice incluso que inició el rumor de que McCaleb era, de hecho, Satoshi Nakamoto. Se dice que Chris Larsen intervino y, después de lo cual, Kim dejó Ripple Labs tras sólo seis semanas en el puesto.

Ripple Labs: otra muesca en el cinturón de McCaleb. Imagen vía The Independent Republic

A raíz de la salida de Kim, una propuesta de negocio con la, por todos deseada, fintech Stripe fracasó. Se dice que el trato estaba cerca de cerrarse pero nunca lo hizo. Mientras tanto, daba la impresión de que McCaleb estaba perdiendo interés en todo el proyecto Ripple.

En aquel momento fueron saliendo a la luz más desavenencias con Chris Larsen, muchas de las cuales centradas en el hecho de que ambos poseían miles de millones de XRP como pago por su trabajo fundando la empresa. Esto estaba debilitando la imagen pública de Ripple.

Joyce Kim: Co-fundadora y fuente de malestar en Ripple Labs. Imagen vía Creative Summit

Un torpe intento de McCaleb para quitar a Larsen de su puesto fue rechazado durante una reunión del consejo y los inversores más importantes, siendo McCaleb la única parte a favor de esta decisión.

Más allá de lo embarazoso de la votación y su resultado, el resto del equipo estaba a favor de que McCaleb continuará con el trabajo que estaba realizando construyendo el protocolo. McCaleb, por su lado, no estaba de acuerdo y, aunque retuvo la plaza en el consejo de la compañía, estuvo ausente durante un año. No fue hasta marzo de 2014 cuando finalmente abandonó su puesto en el consejo y finalizó su relación con Ripple Labs.

Yendo a las estrellas

Después de pasar un año sin, aparentemente, hacer nada, McCaleb estaba listo par lanzar su última idea, la que le ha mantenido preocupado desde entonces. Stellar fue diseñada para desarrollar la misma función que Ripple e incluso hizo uso de su código libre.

A parte de esto, está la pregunta sobre los nueve mil millones de XRP que McCaleb todavía mantiene, fondos que, sí son vendidos masivamente en el mercado, podrían desestabilizar gravemente a Ripple y destrozar la cotización de XRP.

El último proyecto de Jed McCaleb. Imagen vía Stellar.

Y así, el 22 de mayo de 2014, McCaleb publicó un mensaje en el tablón de anuncios de Ripple Labs que comenzaba: “Tengo la intención de empezar a vender todos los XRP que me quedan en dos semanas”. El precio de XRP bajó un 40% en las 24 horas siguientes a la noticia y la mala sangre brotaba a borbotones. En última instancia, cuando parecía que McCaleb podría de nuevo enfrentarse a un juicio, se alcanzó un acuerdo en el cual se limitaba el número de tokens que podía vender en un periodo de tiempo determinado.

Para añadir leña al fuego, McCaleb y Joyce lanzaron Stellar con la ayuda de un préstamo de tres millones de dólares nada menos que de Stripe, la compañía que inicialmente que estaba lista par meterse en la cama de Ripple Labs antes de que se cayera misteriosamente el acuerdo.

Permaneciendo firmes

La historia de Stellar es demasiado larga para ser contada de forma completa aquí, pero, a diferencia de sus proyectos anteriores, parece que, al menos, ha traído cierta estabilidad a McCaleb. Tras el debacle the Ripple parece haber estado bastante entregado dedicando su tiempo y energía  Stellar y, tras unos inicios complicados y unos pocos traspiés, parece que Stellar ha llegado a la mayoría de edad.

Hay, por supuesto, una ironía en el éxito de Stellar, visto que involucra a un disidente como McCaleb cada vez más cómodo con los mundos de la banca y finanzas tradicionales que fueron una vez anatema para él. El nombramiento en 2019 de Denelle Dixon como CEO de la Stellar Development Foundation ha sobrealimentado el crecimiento del proyecto y las perspectivas del token XLM. Esto viene, por supuesto, aparejado con lazos más estrechos con los organismos reguladores ya que Stellar intenta posicionarse como puente entre los mundos de las criptomonedas y los mercados financieros tradicionales.

Yendo más allá de las estrellas. Imagen vía Shutterstock

A medida que las monedas estables ganan impulso y las perspectivas de que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDCs, por sus siglas en inglés) son cada vez más plausibles, parece que Stellar podría ser el proyecto capaz de situarse en el punto perfecto para surfear la ola. Muchos en el mundo de las criptomonedas están haciendo sonar la alarma sobre este tema, etiquetando a Stellar como la “moneda de los banqueros” cuyos valores están muy lejos de los que tenían en estima.

Todo esto debe hacer la crisis actual de Ripple más pronunciada aún. Mientras Stellar ha sido cuidadosa manteniendo a los reguladores de su lado, Ripple se enfrenta a una larga y dura batalla contra la SEC y, posiblemente, otros organismos reguladores que decidan participar.

A medida que pivota para encarar esta amenaza, se encontrará con el miedo a que Stellar cada vez sea más capaz de ocupar su lugar. Mientras tanto, el tiempo en el que Jed McCaleb tiene limitaciones a la venta de sus enormes reservas de XRP se agotará el próximo año.

¿Muchas razones para sonreir? Imagen vía Ripple Coin News

Mientras parece que le agrada su trabajo en Stellar, especialmente a medida que el proyecto continúa ganando tracción, habrá seguro más giros y cambios de dirección en el camino de McCaleb.

¿Podría Stellar dirigirse rápidamente a otro cambio de escena? ¿Está McCaleb motivado por un inquebrantable deseo de vencer a sus viejos rivales de Ripple? ¿Qué es lo que exactamente tiene en mente hacer con todo su XRP asumiendo que mantiene algo de valor en los próximos meses o años?

De cualquier forma, no hemos oído su última palabra.

Imagen destacada vía Fotolia.

Los regalos no deseados de Navidad tienden a aparecer en Nochebuena o el día de Navidad dependiendo de cuando abras los regalos.

A pesar de ello, el equipo de Ripple junto con todos los poseedores de XRP, tuvieron su versión del jersey tejido a mano unos pocos días antes, cuando la SEC interpuso su demanda contra Ripple el 22 de diciembre. Puede que sólo estemos a unos días de 2021 pero 2020 no ha terminado aún de lanzarnos sorpresas desagradables.

Para decir la verdad, la decisión de la SEC de hacer el papel de el Grinch no debería haber sido una sorpresa para las partes involucradas. Ha habido rumores durante un tiempo de que la SEC estaba revisando XRP y reflexionando sobre su posible estatus como valor (security) en lugar de criptomoneda.

XRP se derrumba con las noticias de la SEC. Imagen vía Bloomberg.

Las garantías procesales significan que la SEC debería haber notificado a Ripple su intención de enjuiciarles 30 días antes. Con la demanda ahora interpuesta contra Ripple, así como contra su co-fundador Chris Larsen y su CEO Brad Garlinghouse, alegando que las tres partes vendieron XRP como un valor no registrado (unregistered security), el escenario está montado para una dura batalla en los juzgados.

Esto son malas noticias para los tres acusados quienes, si son condenados, se enfrentan a devolver el dinero conseguido de las ventas de XRP así como las multas y sanciones que la SEC considere oportuno. Es también una incómoda piedra en el zapato para los poseedores de XRP que han visto que su valor se ha desplomado desde el anuncio. Las ganancias que tuvieron lugar en anticipación al airdrop del token Spark se han esfumado, los exchanges están dejando de listar a XRP y su futuro parece bastante incierto.

Mis dos Satoshis

Todo el que es alguien en el mundo de las criptomonedas tiene algo que decir sobre la demanda de la SEC y la respuesta de Ripple a la misma. Vitalik Buterin ya ha acusado a Ripple de “hundirse en nuevos niveles de rareza” puesto que ha respondido públicamente a los cargos, mientras que la importante y ruidosa comunidad de XRP se ha mantenido firme en su defensa. Se han dicho ya muchas cosas y mucho más se dirá mientras se desarrolla el caso.

A pesar del ruido, hay una figura de la cual nos gustaría conocer su opinión. Alguien que ha estado en el mundo crypto desde sus primeros días y que ha sufrido su buena cantidad de contratiempos y triunfos en el camino. Alguien cuya opinión sobre Ripple y XRP tiene mucha importancia, teniendo en cuenta que él ayudó a crearlos.

Alguien que se cree que posee una enorme cantidad de XRP lo que pone a muchas personas nerviosas, incluso si hoy fuera un poco más pequeña. Alguien que abandonó a Ripple y se fue a crear lo que es, quizás, su más importante competidor. Alguien llamado Jed McCaleb.

Un veterano en el mundo de las criptos.

Aunque pueda parecer recién salido de la secundaria, Jed McCaleb ha estado involucrado en el mundo cripto casi desde sus comienzos. Tiene ya más entradas relevantes en su CV de las que la mayoría conseguirán en toda su vida y no es difícil pensar que sólo es el comienzo. Se trata también de una de las figuras más polémicas en este mundillo, atrayendo admiración y rechazo por partes iguales.

Jed McCaleb haciendo una presentación. Imagen vía CryptoSlate.

También es una de las personalidades más enigmáticas en este negocio, de esos que prefieren apartarse de los focos a enfangarse en las polémicas del momento. Mientras que algunos grandes nombres tuitean cada pocos minutos, McCaleb es mucho más reservado, y en el momento de escribir este artículo, no había publicado nada desde el 11 de diciembre. Aparece en podcasts y eventos para hablar sobre su trabajo y sobre las cripto, pero carece de la grandilocuencia de sus compañeros.

A pesar de todo se trata de un tipo que tiene mucho que decir y cuya opinión es importante. Es bastante irónico que alguien que parece tan tranquilo haya atraído tanta crítica y controversia en un periodo de tiempo tan corto. Puede que tenga mucho que ver con uno de sus proyectos iniciales.

Primeros pasos

McCaleb nació en Fayetteville, Arkansas en 1975. Parece que encontró su vocación pronto ya que admite haber estado programando desde los ocho años. Después de graduarse se matriculó en la Universidad de California en Berkeley pero lo abandonó para trabajar como programador en Nueva York.

En el año 2000 fundó MetaMachine, “un buscador de metadatos que es capaz de añadir y editar pies de fotos, palabras claves, licencias y titularidad de imágenes”. McCaleb desempeñó la función de CTO en la compañía mientras que su co-fundador Sam Yagan (que más tarde fundó OkCupid) asumió el rol de CEO. Mientras estuvieron en MetaMachine, la pareja crearon y distribuyeron eDonkey, una red de ficheros compartidos P2P descentralizada.

eDonkey: lamentablemente ya en desuso. Imagen vía warosu.org.

En unos pocos años, eDonkey era la red más popular de ese tipo en internet, con unos dos o tres millones de usuarios compartiendo más de mil millones de archivos. Su popularidad atrajo con el tiempo la atención de la Recording Industry Association of America (RIAA) que amenazó a MetaMachine con demandas por violación del copyright, hasta que fue apaciguada con una multa de 30 millones de dólares. No sería la última vez que McCaleb se encontró a sí mismo en el lado equivocado de veredicto.

Fue por esta época cuando McCaleb compró el dominio mtgox.com, con la idea de crear un mercado online para comerciar cartas del juego Magic: The Gathering (el nombre era el acrónimo de Magic:The Gathering Online eXchange). Pero en aquel momento descubrió al bitcoin.

Mt. Gox., mala hierba nunca muere. Imagen vía Wikipedia.

En 2010, McCaleb reutilizó Mt. Gox como un exchange de bitcoin a dólar y su popularidad se disparó. Al año siguiente, McCalev vendió Mt. Gox a Karpelès, un desarrollador francés radicado en Tokyo, si bien se reservó una parte minoritaria del negocio. Karpelès, sacando beneficio de la creciente popularidad de bitcoin, ayudó a Mt. Gox a convertirse en el exchange de bitcoin más popular del mundo y para el 2013 estaba procesando el 70% de todas las transacciones mundiales. Todos sabemos lo que pasó después.

El hackeo a Mt. Gox aún persigue al mundo de las criptomonedas. En 2014 se supo que unos hackers habían sido capaces de acceder al monedero del exchange y robar unos 850.000BTC, unos 450 millones de dólares de aquel entonces. El hecho de que eso BTC valdrían unos 24 mil millones de dólares a día de hoy es suficiente para que a cualquiera le entren sudores fríos, incluso casi siete años después. Cuando el problema fue destapado, Mt.Gox paró sus servicios y declaró la quiebra. Comenzó con los procedimientos de liquidación un par de meses después.

El desastre de Mt. Gox

Mt. Gox juega un papel relativamente pequeño en la historia de Jed McCaleb., especialmente teniendo en cuenta que vendió su parte a Karpelès mucho antes de que el hack fuera descubierto. A pesar de ello, esto no ha parado que esta triste historia le haya perseguido a McCaleb desde entonces. De hecho, el año pasado recibió una demanda de dos antiguos traders de Mt. Gox que alegaban que él había distorsionado aspectos relevantes del exchange y de sus niveles de seguridad mientras negociaba la venta a Karpelès. Mcaleb respondió indicando que la demanda era “frívola y con el simple objetivo de robar dinero por parte de personas sin escrúpulos”.

Lo que no quieres ver cuando llegas al trabajo. Imagen vía Quartz.

Aunque es difícil ver cómo MaCaleb puede ser responsable del fiasco de Mt. Gox, mucha gente lo puede seguir considerando un personaje turbio y es tentador pensar que es parte de su CV que le gustaría limpiar discretamente. Aun así, poco después de la venta en 2011, rápidamente se puso a trabajar en proyectos mejores y más grandes.

OpenCoin y más allá

Después de la venta de Mt. Gox, McCaleb comenzó a trabajar en un protocolo de pagos de código libre cuyo objetivo era facilitar el movimiento y cambio de divisas por todo el mundo.

Era conocido como protocolo Ripple y fue desarrollado en tandem con su propia divisa nativa XRP.

OpenCoin fue el nombre elegido para la compañía que lideraría su desarrollo y que rápidamente consiguió financiación de Andressen Horowitz, Google Ventrues y el CEO de Karaken, Jesse Powell.

OpenCoin: el primer nombre de Ripple. Imagen vía CoinDesk

McCaleb contrató a David Schwartz y Arthur Britto para trabajar en el proyecto y más tarde designó a Chris Larsen como CEO de OpenCoin. El objetivo era crear una red de pagos globales que rivalizaría con bitcoin, a la vez que sería capaz de trabajar estrechamente con las instituciones financieras. La compañía abandonó pronto el nombre OpenCoin y fue rebautizada como Ripple Labs.

A pesar de la promesa del protocolo Ripple así como de la enorme financiación que el proyecto pudo atraer, no pasó mucho tiempo hasta que McCaleb se puso en movimiento de nuevo. Y, una vez más, la controversia parecía seguir su estela.

Mala sangre

Son muchos los rumores e intrigas que rodean la salida de McCaleb de Ripple Labs, lo cual continúa afectando a la relación con sus proyectos actuales y antiguos.

En 2015, en un artículo del New York Observer, el periodista Michael Craig que la discordia había aparecido en Ripple Labs con la llegada de Joyce Kim -una emprendedora en start-ups e inversora de capital riesgo- que también se había convertido en la novia de McCaleb.

Ella supuestamente creó ficción con el resto del proyecto y se obsesionó con convertir a McCaleb en el pez gordo de la compañía. Se dice incluso que inició el rumor de que McCaleb era, de hecho, Satoshi Nakamoto. Se dice que Chris Larsen intervino y, después de lo cual, Kim dejó Ripple Labs tras sólo seis semanas en el puesto.

Ripple Labs: otra muesca en el cinturón de McCaleb. Imagen vía The Independent Republic

A raíz de la salida de Kim, una propuesta de negocio con la, por todos deseada, fintech Stripe fracasó. Se dice que el trato estaba cerca de cerrarse pero nunca lo hizo. Mientras tanto, daba la impresión de que McCaleb estaba perdiendo interés en todo el proyecto Ripple.

En aquel momento fueron saliendo a la luz más desavenencias con Chris Larsen, muchas de las cuales centradas en el hecho de que ambos poseían miles de millones de XRP como pago por su trabajo fundando la empresa. Esto estaba debilitando la imagen pública de Ripple.

Joyce Kim: Co-fundadora y fuente de malestar en Ripple Labs. Imagen vía Creative Summit

Un torpe intento de McCaleb para quitar a Larsen de su puesto fue rechazado durante una reunión del consejo y los inversores más importantes, siendo McCaleb la única parte a favor de esta decisión.

Más allá de lo embarazoso de la votación y su resultado, el resto del equipo estaba a favor de que McCaleb continuará con el trabajo que estaba realizando construyendo el protocolo. McCaleb, por su lado, no estaba de acuerdo y, aunque retuvo la plaza en el consejo de la compañía, estuvo ausente durante un año. No fue hasta marzo de 2014 cuando finalmente abandonó su puesto en el consejo y finalizó su relación con Ripple Labs.

Yendo a las estrellas

Después de pasar un año sin, aparentemente, hacer nada, McCaleb estaba listo par lanzar su última idea, la que le ha mantenido preocupado desde entonces. Stellar fue diseñada para desarrollar la misma función que Ripple e incluso hizo uso de su código libre.

A parte de esto, está la pregunta sobre los nueve mil millones de XRP que McCaleb todavía mantiene, fondos que, sí son vendidos masivamente en el mercado, podrían desestabilizar gravemente a Ripple y destrozar la cotización de XRP.

El último proyecto de Jed McCaleb. Imagen vía Stellar.

Y así, el 22 de mayo de 2014, McCaleb publicó un mensaje en el tablón de anuncios de Ripple Labs que comenzaba: “Tengo la intención de empezar a vender todos los XRP que me quedan en dos semanas”. El precio de XRP bajó un 40% en las 24 horas siguientes a la noticia y la mala sangre brotaba a borbotones. En última instancia, cuando parecía que McCaleb podría de nuevo enfrentarse a un juicio, se alcanzó un acuerdo en el cual se limitaba el número de tokens que podía vender en un periodo de tiempo determinado.

Para añadir leña al fuego, McCaleb y Joyce lanzaron Stellar con la ayuda de un préstamo de tres millones de dólares nada menos que de Stripe, la compañía que inicialmente que estaba lista par meterse en la cama de Ripple Labs antes de que se cayera misteriosamente el acuerdo.

Permaneciendo firmes

La historia de Stellar es demasiado larga para ser contada de forma completa aquí, pero, a diferencia de sus proyectos anteriores, parece que, al menos, ha traído cierta estabilidad a McCaleb. Tras el debacle the Ripple parece haber estado bastante entregado dedicando su tiempo y energía  Stellar y, tras unos inicios complicados y unos pocos traspiés, parece que Stellar ha llegado a la mayoría de edad.

Hay, por supuesto, una ironía en el éxito de Stellar, visto que involucra a un disidente como McCaleb cada vez más cómodo con los mundos de la banca y finanzas tradicionales que fueron una vez anatema para él. El nombramiento en 2019 de Denelle Dixon como CEO de la Stellar Development Foundation ha sobrealimentado el crecimiento del proyecto y las perspectivas del token XLM. Esto viene, por supuesto, aparejado con lazos más estrechos con los organismos reguladores ya que Stellar intenta posicionarse como puente entre los mundos de las criptomonedas y los mercados financieros tradicionales.

Yendo más allá de las estrellas. Imagen vía Shutterstock

A medida que las monedas estables ganan impulso y las perspectivas de que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDCs, por sus siglas en inglés) son cada vez más plausibles, parece que Stellar podría ser el proyecto capaz de situarse en el punto perfecto para surfear la ola. Muchos en el mundo de las criptomonedas están haciendo sonar la alarma sobre este tema, etiquetando a Stellar como la “moneda de los banqueros” cuyos valores están muy lejos de los que tenían en estima.

Todo esto debe hacer la crisis actual de Ripple más pronunciada aún. Mientras Stellar ha sido cuidadosa manteniendo a los reguladores de su lado, Ripple se enfrenta a una larga y dura batalla contra la SEC y, posiblemente, otros organismos reguladores que decidan participar.

A medida que pivota para encarar esta amenaza, se encontrará con el miedo a que Stellar cada vez sea más capaz de ocupar su lugar. Mientras tanto, el tiempo en el que Jed McCaleb tiene limitaciones a la venta de sus enormes reservas de XRP se agotará el próximo año.

¿Muchas razones para sonreir? Imagen vía Ripple Coin News

Mientras parece que le agrada su trabajo en Stellar, especialmente a medida que el proyecto continúa ganando tracción, habrá seguro más giros y cambios de dirección en el camino de McCaleb.

¿Podría Stellar dirigirse rápidamente a otro cambio de escena? ¿Está McCaleb motivado por un inquebrantable deseo de vencer a sus viejos rivales de Ripple? ¿Qué es lo que exactamente tiene en mente hacer con todo su XRP asumiendo que mantiene algo de valor en los próximos meses o años?

De cualquier forma, no hemos oído su última palabra.

Imagen destacada vía Fotolia.

Los regalos no deseados de Navidad tienden a aparecer en Nochebuena o el día de Navidad dependiendo de cuando abras los regalos.

A pesar de ello, el equipo de Ripple junto con todos los poseedores de XRP, tuvieron su versión del jersey tejido a mano unos pocos días antes, cuando la SEC interpuso su demanda contra Ripple el 22 de diciembre. Puede que sólo estemos a unos días de 2021 pero 2020 no ha terminado aún de lanzarnos sorpresas desagradables.

Para decir la verdad, la decisión de la SEC de hacer el papel de el Grinch no debería haber sido una sorpresa para las partes involucradas. Ha habido rumores durante un tiempo de que la SEC estaba revisando XRP y reflexionando sobre su posible estatus como valor (security) en lugar de criptomoneda.

XRP se derrumba con las noticias de la SEC. Imagen vía Bloomberg.

Las garantías procesales significan que la SEC debería haber notificado a Ripple su intención de enjuiciarles 30 días antes. Con la demanda ahora interpuesta contra Ripple, así como contra su co-fundador Chris Larsen y su CEO Brad Garlinghouse, alegando que las tres partes vendieron XRP como un valor no registrado (unregistered security), el escenario está montado para una dura batalla en los juzgados.

Esto son malas noticias para los tres acusados quienes, si son condenados, se enfrentan a devolver el dinero conseguido de las ventas de XRP así como las multas y sanciones que la SEC considere oportuno. Es también una incómoda piedra en el zapato para los poseedores de XRP que han visto que su valor se ha desplomado desde el anuncio. Las ganancias que tuvieron lugar en anticipación al airdrop del token Spark se han esfumado, los exchanges están dejando de listar a XRP y su futuro parece bastante incierto.

Mis dos Satoshis

Todo el que es alguien en el mundo de las criptomonedas tiene algo que decir sobre la demanda de la SEC y la respuesta de Ripple a la misma. Vitalik Buterin ya ha acusado a Ripple de “hundirse en nuevos niveles de rareza” puesto que ha respondido públicamente a los cargos, mientras que la importante y ruidosa comunidad de XRP se ha mantenido firme en su defensa. Se han dicho ya muchas cosas y mucho más se dirá mientras se desarrolla el caso.

A pesar del ruido, hay una figura de la cual nos gustaría conocer su opinión. Alguien que ha estado en el mundo crypto desde sus primeros días y que ha sufrido su buena cantidad de contratiempos y triunfos en el camino. Alguien cuya opinión sobre Ripple y XRP tiene mucha importancia, teniendo en cuenta que él ayudó a crearlos.

Alguien que se cree que posee una enorme cantidad de XRP lo que pone a muchas personas nerviosas, incluso si hoy fuera un poco más pequeña. Alguien que abandonó a Ripple y se fue a crear lo que es, quizás, su más importante competidor. Alguien llamado Jed McCaleb.

Un veterano en el mundo de las criptos.

Aunque pueda parecer recién salido de la secundaria, Jed McCaleb ha estado involucrado en el mundo cripto casi desde sus comienzos. Tiene ya más entradas relevantes en su CV de las que la mayoría conseguirán en toda su vida y no es difícil pensar que sólo es el comienzo. Se trata también de una de las figuras más polémicas en este mundillo, atrayendo admiración y rechazo por partes iguales.

Jed McCaleb haciendo una presentación. Imagen vía CryptoSlate.

También es una de las personalidades más enigmáticas en este negocio, de esos que prefieren apartarse de los focos a enfangarse en las polémicas del momento. Mientras que algunos grandes nombres tuitean cada pocos minutos, McCaleb es mucho más reservado, y en el momento de escribir este artículo, no había publicado nada desde el 11 de diciembre. Aparece en podcasts y eventos para hablar sobre su trabajo y sobre las cripto, pero carece de la grandilocuencia de sus compañeros.

A pesar de todo se trata de un tipo que tiene mucho que decir y cuya opinión es importante. Es bastante irónico que alguien que parece tan tranquilo haya atraído tanta crítica y controversia en un periodo de tiempo tan corto. Puede que tenga mucho que ver con uno de sus proyectos iniciales.

Primeros pasos

McCaleb nació en Fayetteville, Arkansas en 1975. Parece que encontró su vocación pronto ya que admite haber estado programando desde los ocho años. Después de graduarse se matriculó en la Universidad de California en Berkeley pero lo abandonó para trabajar como programador en Nueva York.

En el año 2000 fundó MetaMachine, “un buscador de metadatos que es capaz de añadir y editar pies de fotos, palabras claves, licencias y titularidad de imágenes”. McCaleb desempeñó la función de CTO en la compañía mientras que su co-fundador Sam Yagan (que más tarde fundó OkCupid) asumió el rol de CEO. Mientras estuvieron en MetaMachine, la pareja crearon y distribuyeron eDonkey, una red de ficheros compartidos P2P descentralizada.

eDonkey: lamentablemente ya en desuso. Imagen vía warosu.org.

En unos pocos años, eDonkey era la red más popular de ese tipo en internet, con unos dos o tres millones de usuarios compartiendo más de mil millones de archivos. Su popularidad atrajo con el tiempo la atención de la Recording Industry Association of America (RIAA) que amenazó a MetaMachine con demandas por violación del copyright, hasta que fue apaciguada con una multa de 30 millones de dólares. No sería la última vez que McCaleb se encontró a sí mismo en el lado equivocado de veredicto.

Fue por esta época cuando McCaleb compró el dominio mtgox.com, con la idea de crear un mercado online para comerciar cartas del juego Magic: The Gathering (el nombre era el acrónimo de Magic:The Gathering Online eXchange). Pero en aquel momento descubrió al bitcoin.

Mt. Gox., mala hierba nunca muere. Imagen vía Wikipedia.

En 2010, McCaleb reutilizó Mt. Gox como un exchange de bitcoin a dólar y su popularidad se disparó. Al año siguiente, McCalev vendió Mt. Gox a Karpelès, un desarrollador francés radicado en Tokyo, si bien se reservó una parte minoritaria del negocio. Karpelès, sacando beneficio de la creciente popularidad de bitcoin, ayudó a Mt. Gox a convertirse en el exchange de bitcoin más popular del mundo y para el 2013 estaba procesando el 70% de todas las transacciones mundiales. Todos sabemos lo que pasó después.

El hackeo a Mt. Gox aún persigue al mundo de las criptomonedas. En 2014 se supo que unos hackers habían sido capaces de acceder al monedero del exchange y robar unos 850.000BTC, unos 450 millones de dólares de aquel entonces. El hecho de que eso BTC valdrían unos 24 mil millones de dólares a día de hoy es suficiente para que a cualquiera le entren sudores fríos, incluso casi siete años después. Cuando el problema fue destapado, Mt.Gox paró sus servicios y declaró la quiebra. Comenzó con los procedimientos de liquidación un par de meses después.

El desastre de Mt. Gox

Mt. Gox juega un papel relativamente pequeño en la historia de Jed McCaleb., especialmente teniendo en cuenta que vendió su parte a Karpelès mucho antes de que el hack fuera descubierto. A pesar de ello, esto no ha parado que esta triste historia le haya perseguido a McCaleb desde entonces. De hecho, el año pasado recibió una demanda de dos antiguos traders de Mt. Gox que alegaban que él había distorsionado aspectos relevantes del exchange y de sus niveles de seguridad mientras negociaba la venta a Karpelès. Mcaleb respondió indicando que la demanda era “frívola y con el simple objetivo de robar dinero por parte de personas sin escrúpulos”.

Lo que no quieres ver cuando llegas al trabajo. Imagen vía Quartz.

Aunque es difícil ver cómo MaCaleb puede ser responsable del fiasco de Mt. Gox, mucha gente lo puede seguir considerando un personaje turbio y es tentador pensar que es parte de su CV que le gustaría limpiar discretamente. Aun así, poco después de la venta en 2011, rápidamente se puso a trabajar en proyectos mejores y más grandes.

OpenCoin y más allá

Después de la venta de Mt. Gox, McCaleb comenzó a trabajar en un protocolo de pagos de código libre cuyo objetivo era facilitar el movimiento y cambio de divisas por todo el mundo.

Era conocido como protocolo Ripple y fue desarrollado en tandem con su propia divisa nativa XRP.

OpenCoin fue el nombre elegido para la compañía que lideraría su desarrollo y que rápidamente consiguió financiación de Andressen Horowitz, Google Ventrues y el CEO de Karaken, Jesse Powell.

OpenCoin: el primer nombre de Ripple. Imagen vía CoinDesk

McCaleb contrató a David Schwartz y Arthur Britto para trabajar en el proyecto y más tarde designó a Chris Larsen como CEO de OpenCoin. El objetivo era crear una red de pagos globales que rivalizaría con bitcoin, a la vez que sería capaz de trabajar estrechamente con las instituciones financieras. La compañía abandonó pronto el nombre OpenCoin y fue rebautizada como Ripple Labs.

A pesar de la promesa del protocolo Ripple así como de la enorme financiación que el proyecto pudo atraer, no pasó mucho tiempo hasta que McCaleb se puso en movimiento de nuevo. Y, una vez más, la controversia parecía seguir su estela.

Mala sangre

Son muchos los rumores e intrigas que rodean la salida de McCaleb de Ripple Labs, lo cual continúa afectando a la relación con sus proyectos actuales y antiguos.

En 2015, en un artículo del New York Observer, el periodista Michael Craig que la discordia había aparecido en Ripple Labs con la llegada de Joyce Kim -una emprendedora en start-ups e inversora de capital riesgo- que también se había convertido en la novia de McCaleb.

Ella supuestamente creó ficción con el resto del proyecto y se obsesionó con convertir a McCaleb en el pez gordo de la compañía. Se dice incluso que inició el rumor de que McCaleb era, de hecho, Satoshi Nakamoto. Se dice que Chris Larsen intervino y, después de lo cual, Kim dejó Ripple Labs tras sólo seis semanas en el puesto.

Ripple Labs: otra muesca en el cinturón de McCaleb. Imagen vía The Independent Republic

A raíz de la salida de Kim, una propuesta de negocio con la, por todos deseada, fintech Stripe fracasó. Se dice que el trato estaba cerca de cerrarse pero nunca lo hizo. Mientras tanto, daba la impresión de que McCaleb estaba perdiendo interés en todo el proyecto Ripple.

En aquel momento fueron saliendo a la luz más desavenencias con Chris Larsen, muchas de las cuales centradas en el hecho de que ambos poseían miles de millones de XRP como pago por su trabajo fundando la empresa. Esto estaba debilitando la imagen pública de Ripple.

Joyce Kim: Co-fundadora y fuente de malestar en Ripple Labs. Imagen vía Creative Summit

Un torpe intento de McCaleb para quitar a Larsen de su puesto fue rechazado durante una reunión del consejo y los inversores más importantes, siendo McCaleb la única parte a favor de esta decisión.

Más allá de lo embarazoso de la votación y su resultado, el resto del equipo estaba a favor de que McCaleb continuará con el trabajo que estaba realizando construyendo el protocolo. McCaleb, por su lado, no estaba de acuerdo y, aunque retuvo la plaza en el consejo de la compañía, estuvo ausente durante un año. No fue hasta marzo de 2014 cuando finalmente abandonó su puesto en el consejo y finalizó su relación con Ripple Labs.

Yendo a las estrellas

Después de pasar un año sin, aparentemente, hacer nada, McCaleb estaba listo par lanzar su última idea, la que le ha mantenido preocupado desde entonces. Stellar fue diseñada para desarrollar la misma función que Ripple e incluso hizo uso de su código libre.

A parte de esto, está la pregunta sobre los nueve mil millones de XRP que McCaleb todavía mantiene, fondos que, sí son vendidos masivamente en el mercado, podrían desestabilizar gravemente a Ripple y destrozar la cotización de XRP.

El último proyecto de Jed McCaleb. Imagen vía Stellar.

Y así, el 22 de mayo de 2014, McCaleb publicó un mensaje en el tablón de anuncios de Ripple Labs que comenzaba: “Tengo la intención de empezar a vender todos los XRP que me quedan en dos semanas”. El precio de XRP bajó un 40% en las 24 horas siguientes a la noticia y la mala sangre brotaba a borbotones. En última instancia, cuando parecía que McCaleb podría de nuevo enfrentarse a un juicio, se alcanzó un acuerdo en el cual se limitaba el número de tokens que podía vender en un periodo de tiempo determinado.

Para añadir leña al fuego, McCaleb y Joyce lanzaron Stellar con la ayuda de un préstamo de tres millones de dólares nada menos que de Stripe, la compañía que inicialmente que estaba lista par meterse en la cama de Ripple Labs antes de que se cayera misteriosamente el acuerdo.

Permaneciendo firmes

La historia de Stellar es demasiado larga para ser contada de forma completa aquí, pero, a diferencia de sus proyectos anteriores, parece que, al menos, ha traído cierta estabilidad a McCaleb. Tras el debacle the Ripple parece haber estado bastante entregado dedicando su tiempo y energía  Stellar y, tras unos inicios complicados y unos pocos traspiés, parece que Stellar ha llegado a la mayoría de edad.

Hay, por supuesto, una ironía en el éxito de Stellar, visto que involucra a un disidente como McCaleb cada vez más cómodo con los mundos de la banca y finanzas tradicionales que fueron una vez anatema para él. El nombramiento en 2019 de Denelle Dixon como CEO de la Stellar Development Foundation ha sobrealimentado el crecimiento del proyecto y las perspectivas del token XLM. Esto viene, por supuesto, aparejado con lazos más estrechos con los organismos reguladores ya que Stellar intenta posicionarse como puente entre los mundos de las criptomonedas y los mercados financieros tradicionales.

Yendo más allá de las estrellas. Imagen vía Shutterstock

A medida que las monedas estables ganan impulso y las perspectivas de que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDCs, por sus siglas en inglés) son cada vez más plausibles, parece que Stellar podría ser el proyecto capaz de situarse en el punto perfecto para surfear la ola. Muchos en el mundo de las criptomonedas están haciendo sonar la alarma sobre este tema, etiquetando a Stellar como la “moneda de los banqueros” cuyos valores están muy lejos de los que tenían en estima.

Todo esto debe hacer la crisis actual de Ripple más pronunciada aún. Mientras Stellar ha sido cuidadosa manteniendo a los reguladores de su lado, Ripple se enfrenta a una larga y dura batalla contra la SEC y, posiblemente, otros organismos reguladores que decidan participar.

A medida que pivota para encarar esta amenaza, se encontrará con el miedo a que Stellar cada vez sea más capaz de ocupar su lugar. Mientras tanto, el tiempo en el que Jed McCaleb tiene limitaciones a la venta de sus enormes reservas de XRP se agotará el próximo año.

¿Muchas razones para sonreir? Imagen vía Ripple Coin News

Mientras parece que le agrada su trabajo en Stellar, especialmente a medida que el proyecto continúa ganando tracción, habrá seguro más giros y cambios de dirección en el camino de McCaleb.

¿Podría Stellar dirigirse rápidamente a otro cambio de escena? ¿Está McCaleb motivado por un inquebrantable deseo de vencer a sus viejos rivales de Ripple? ¿Qué es lo que exactamente tiene en mente hacer con todo su XRP asumiendo que mantiene algo de valor en los próximos meses o años?

De cualquier forma, no hemos oído su última palabra.

Imagen destacada vía Fotolia.

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